Berlín en Analógico

La dificultad de viajar y no hacer la típica foto

Es la primera vez que hago una entrada con fotografía analógica en la Web, pero no es el motivo principal de esta entrada. Hace unos días viajé a Berlín y me gustaría compartir algunas reflexiones sobre el hecho de fotografiar estando de viaje, al igual que unas conclusiones personales después de estos días de fotografía y experiencias compartidas. Obviamente todo acompañado de fotos.

Haz lo de siempre pero en otro lugar

Tu estilo y tu forma de mirar no cambian, da igual dónde te encuentres. Por supuesto que las fotos que hago normalmente en Barcelona y las que he hecho en Berlín son muy diferentes porque son ciudades distintas, una arquitectura distinta, una estética distinta, una cultura distinta, y todas estas cosas que obviamente separan una ciudad de la otra. Y a raiz de toda estas diferencias puede pasar que nos dejemos llevar y nos pongamos a hacer fotos a todo aquello que no hemos visto nunca antes, y por eso creo que es importante recordarnos que cada uno tiene su forma de ver, y no debemos perderla aunque estemos de viaje.

Y yo no soy una excepción de lo anterior, como ejemplo las dos fotos de arriba. Ambas las hice a las pocas horas de llegar a Berlín, cuando todo era nuevo para mí, en la primera foto vemos un paisaje de la ciudad, una foto que podría replicar cualquiera, en cambio, en la segunda foto vi a esa mujer que me llamó la atención. Una mujer vestida de blanco, pelo blanco, soplaba el viento haciendo que se le moviera el pelo y la chaqueta. Me llamó la atención en ese momento en Berlín, y me habría llamado la atención en Barcelona. Así que decidí fotografiarla incluyendo la ciudad de Berlín, de esta manera conseguí una fotografía con un sujeto que parece solitario, una fotografía que tiene una cierta calma, ambas son características con las que la gente ha descrito alguna vez mi trabajo, así que de esta forma tengo una foto de Berlín pero con algo más parecido a mi estilo.

Get Personal

Odio usar anglicismos porque suena pedante que te cagas, pero creo que esta expresión es perfecta. Pon de tu persona en las fotos, deja que se muestre porque es importante ese viaje para ti. En mi caso era un viaje valioso porque me iba a reencontrar con mi novia después de unos días separados, también con amigos que vivían en la ciudad que hacía años que no veía. Es decir, para mí este viaje las personas que me acompañaron era tan o más importante que la propia ciudad. Así que eso también se ha de mostrar en las fotos que hagas.

La manera de añadir ese toque íntimo, personal, único, no tiene por qué ser a través de retratos, puede ser a través de experiencias que te lleven a sitios o situaciones que fotografiar. Por ejemplo, con Karin queríamos ver la nueva película de Wes Anderson, Asteroid City, y paseando vimos un cine que la ponían en versión original, así que sacamos entradas y fuimos a verla. Al entrar nos encontramos con un cine antiguo increíble, básicamente era un cine donde el propio Wes Anderson rodaría una película. Otro día Ben quería ver una cantante que le gustaba y actuaba en un parque, así que le acompañamos y la vimos actuar. Cristoph nos llevó a muchos sitios que conocía, como bares o ubicaciones que conocía, me llevó a comer mi primer falafel!

Está claro que no siempre vamos a tener gente local que nos pueda ayudar a hacer estos planes, pero si creo que es importante hacer aquello que a uno le gusta y vivir experiencias relacionadas con tus intereses y de la gente que te acompaña porque eso te lleva a sitios distintos y para mí es mucho más entretenido y gratificante que hacer el típico tour por la ciudad.

Tópico: Piérdete!

“Wow! Superoriginal este consejo, jamás se me habría ocurrido!” Es un tópico, pero es verdad, si lo que te gusta es fotografiar, resérvate una mañana o tarde a hacer lo que harías normalmente, en mi caso pasear siguiendo mi intuición y ver un poco como vive la gente en Berlín, ver un barrio residencial, perseguir una buena luz, nada especial, lo de siempre pero ahora en Berlín.

La parte personal

Si has llegado hasta aquí te mereces leer algo con más sustancia que lo anterior. La última vez que cogí un avión fue cuando viajé a Glasgow para la COP26, en aquella ocasión también viajaba motivado por Karin, porque el objetivo era hacer un reportaje sobre la organización Latinas for Climate, trabajo que podéis ver en la Web.

Igual que en ese viaje, me costó mucho mentalizarme para viajar a Berlín, necesite ese empujoncito de mi pareja otra vez, y al igual que la otra vez, resultó ser un viaje increíble, y por las mismas razones, las personas y las experiencias. Antiguamente, me ponía la excusa de que no viajaba tanto porque no me lo podía permitir, y en parte era verdad, pero siempre ha sido más excusa que realidad. La verdad es que me cuesta mucho abandonar la comodidad que me da mi ciudad y mi hogar, pero una vez logro superar esas barreras, la recompensa es inmensa.

Tampoco quiero idealizar el viajar, y menos como recurso para fotografiar, porque mis mejores fotos las he hecho donde vivo sin la necesidad de coger un avión, pero es cierto que es refrescante ver cosas nuevas e intentar averiguar la mejor manera de capturarlas. A nivel personal tampoco quiero idealizarlo, porque hay momentos que uno echa de menos el hogar, no me gusta sentirme fuera de lugar, y hay tantas cosas fuera de mi control que me cuesta, pero si es cierto que cuando viajo y vivo esas experiencias vuelvo a casa y me pregunto: ¿Por qué no lo hago más veces?

Así que gracias Karin Watson por el empujoncito. Y gracias Ben y Cristoph por recibirnos, cuidarnos y enseñarnos Berlín.

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